Foto obtenida de Arquinews.
Hay veces en que la naturaleza y la arquitectura parecen rehuirse, aunque en ocasiones se crean uniones mágicas. Este es el caso del Hotel Aire de Bardenas, un cuatro estrellas alejado de estereotipos, ubicado en un campo de trigo, a tres kilómetros del casco antiguo de Tudela (Navarra) y muy próximo al parque natural y reserva de la biosfera de las Bardenas Reales.
El entorno singular y las construcciones agrarias de la zona sirvieron de inspiración a los arquitectos Mónica Rivera y Emiliano López para proyectar una construcción ligera, desmontable, reciclada y totalmente integrada en el paisaje. Por eso no es de extrañar que la fachada principal del hotel esté realizada con cajas de madera utilizadas habitualmente para recolectar y trasportar las frutas y verduras de la huerta tudelana.