Foto obtenida de Melrom.
1- Tener conocimiento de lo que el cliente está buscando para anticiparse a sus expectativas y no hacerle gastar tiempo.
2- Amabilidad por sobre todas las cosas, el buen trato ayuda a cerrar negociaciones.
3- No llevar a visitar una casa a dos clientes a la vez.
4- Aprender acerca de marketing inmobiliario.
5- Es necesario especializarse en el sector y mejorar la atención al cliente.
6- Unirse a una asociación inmobiliaria. Esto es clave para la supervivencia. Si no existe una en la zona, sería ideal tomar la iniciativa y fundar su propia asociación.
7- Usar la fuerza de la asociación para captar propiedades, llevar a cabo acciones de marketing conjuntas, abaratar costes operativos (y negociar descuentos por grandes cantidades de material de oficina, ordenadores, seguros, asesorías, etc.)
8- Negociar con los bancos para gestionar el enorme stock de viviendas embargadas que se acumulan.
9- Sacarle partido a la crisis inmobiliaria y colocarse como el líder de la zona. Con tan poca competencia debería ser el agente inmobiliario de referencia y conocido por todos.