Buenos días queridos suscriptores y lectores de Aldea Urbana,
En las ciudades modernas, el desecho es algo cotidiano: miles y miles de toneladas de basura se generan a diario. Es momento de transformar ese material en algo útil y aprovecharlo para cultivar tus propios alimentos, aunque sea de manera experimental.
En esta ocasión, verás que pasa cuando se combina dos prácticas placenteras que puedes hacer en casa: la huerta y el reciclaje.
Explora tu imaginación
La creatividad es lo más importante en este proceso: intenta, juega y disfruta imaginando la infinidad de opciones que están a tu disposición. Paredes, techos, pisos y tantos otros rincones de nuestras casas y nuestros barrios están esperando esa idea que los llenará de verde, de vida y de riquísimos sabores para disfrutar y compartir.
Un ciclo vital
En todo hogar con huerta es aconsejable reciclar los desechos orgánicos haciendo tu propio compost para poder enriquecer luego a nuestras plantas con él. El compost es el proceso natural de descomposición de los restos orgánicos y su transformación en tierra abonada.
Un cajón de verdura propia
Con su amplitud y profundidad, será el hogar perfecto para decenas de variedades: aromáticas, pimientos, acelga, espinaca, zanahoria, brócoli, coliflor, tomates, arvejas, habas, repollo, etc. Debes cubrir con un plástico su interior para contener al sustrato, hacer agujeros para el drenaje y llenar de una tierra específica, de acuerdo al cultivo que elijas.
Lo antiguo tiene vida
Puedes comenzar revisando todo lo que esté a tu alcance y que no tiene uso: viejos maletines, botas de lluvia, todos aquellos elementos que pueden recibir algo de tierra y un poco de vida.
Fuente: Mundohogar.com